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Es una obra icónica del trabajo de Dieste que combina la sencillez funcional con una adecuada ubicación urbana, una respuesta excepcional de cubierta y el tratamiento de piedra local en los paramentos, todo lo cual le confiere un carácter único.

En el proyecto se aprovechó la diferencia de niveles del terreno para generar los espacios de atención al público de un lado al público y del otro el espacio para los autobuses, todos bajo una cubierta única de 1.300 m2. El edificio es parte de la dupla profesional Minutti-Dieste en Salto durante los años '70, que tantas obras distintivas produjo en la ciudad.

La enorme cubierta de bóvedas autoportantes de unos 7 metros de luz se sostiene sobre una fila única de pilares, con volados a cada lado de 13.5 netros. Este gesto estructural es, sin duda alguna, de valor excepcional. De hecho, es una de las obras de Dieste más difundidas, registrada en casi todas las publicaciones.

Colaboró el ingeniero Raúl Romero.

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